Fue la vivienda de los administradores de los marqueses, pues ellos tenían su verdadero palacio en Plasencia. La traza general, y en especial una serie de elemntos decorativos como los pavimetnos de las dos plantas, apuntan a un modelo de vivienda propio del siglo XVI o XVII. Estaca el suelo empedrado con guijarros que agrupan formando figuras geométricas, que semejan hojas de palma. En su fachada se pueden ver tres esudos esculpidos en piedra granítica, pertenecientes a la familia Zúñiga y Sotomayor. Un amplio huerto posterior complementa el edificio principal, además de otras construcciones anejas como caballerizas, establos, cocheras. Dentro de todo el conjunto está la llamada Bóveda, que no es más que un trozo de calle que queda cubierta al unirse por encima de ella una de las dependencias con el edificio principal.